sábado, 2 de mayo de 2009

Opciones de Juego - Elija equipo - Características

Hace un tiempo conocí a un ingeniero informático indio y a su familia, una de esas compuestas por él, «de allí», inmigrante de segunda generación, con ella «de aquí», inmigrando por lugares predilectos del primer mundo. Debido a sus trabajos el recorrido les había llevado por Londres, Filadelfia, Berlín, para llegar a un pequeño lugar costero de esos de mucho sol y donde, aparentemente, no ocurre nada.

¿Te gusta el fútbol? —fue mi pregunta de pequeño sudaca— Si, un poco, algunos equipos, pero lo sigo poco».

Días antes me había encontrado con una noticia que ya es casi común para quienes siguen este deporte, acusaciones y sospechas sobre arreglo de partidos. Todo sería cuento viejo y encajaría con las más canónicas teorías conspiranoicas y también las de más baja categoría (véase el caso del último partido de eliminatorias mundialistas entre Chile y Uruguay, cuyos personajes principales son un arbitro y una prostituta) si no fuese porque la intervención interesada, externa al juego, tiene algo que ver con los sistemas de apuesta por Internet.

Lejos de apuntar contra los vicios en la red, lo que me llamó la atención fue la vehiculación de la conocida obsesión futbolera (me reconozco) a través de un medio que lejos de enfriarla parece que la potencia.

La obsesión del “yo” desatada, que según Zizeck extrema sus capacidades en la red, antaño era por un equipo, un campeonato, incluso por una nación representada en el espectáculo romboide centrado en una esfera llena de aire. Del ejercicio de simulación que cuando niños comenzaba en las calles pidiéndose el nombre del jugador de moda, hemos pasado a la idolatría del jugador que se desenvuelve en el videojuego… ¿y por qué no apostar, de acuerdo a ciertas características del ídolo, un equipo o un director técnico vía portales de juego on line?. La obsesión del “yo” queriéndose parecer al ídolo en el golpe del balón y en la forma de celebrar los goles se ha licuado hacia los espacios de la información, hasta el punto que pareciera que el control de la in-formación da forma al juego.

…Sí, hace tiempo que vendí una idea de sistema de apuestas por Internet para fútbol, a un inversionista inglés, y después de 6 meses lo he terminado, ahora descansaré un tiempo….

Me pareció curioso que esa figura de profesional idílico, del trabajo post-fordista, bajo un sol que se aquieta por la brisa marina y sólo interferido por la pérdida del «tete de la niña», logre en su arquitectura informacional dar paso a tanta obsesión. El mismo sujeto pasaba meses sin aparecer por estar desarrollando un “sistema”, ¡ojo! que no es el de MacLuhan o el de Marcuse, sino uno de menor intensidad y menos perfilado, el que se concibe para realizar otra tarea.

Las apuestas tienen como objetivo el dinero, y el juego uno lo puede concebir como más o menos azaroso. Sin embargo, viendo, algunas noticias sobre escándalos de deportes y apuestas por Internet, pareciera como si, a través de una conjunción de obsesiones marcadas por el control y la dirección de la información ­—las del ingeniero, las mías, las del apostador, las del inversionista, la de los profesionales del deporte— diéramos paso a la histerización del juego (me he visto mirando los resultados de la liga en un portal de apuestas). No es sólo que alguien se beneficie saltándose las reglas, es que también los jugadores y los técnicos juegan a la Play en las concentraciones.

No hay comentarios: